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EN LIBERTAD EL 31 DE OCTUBRE 2013

"Todos los días son domingos": Patishtán (Segunda y ultima parte)

EN PRO de su libertad se han elevado misas, organizado marchas, compuesto canciones, filmado documentales y recaudado más de 4 mil firmas en 14 países.





El Heraldo de Chiapas. 13 de julio de 2013
OSWALDO RODRÍGUEZ

Alberto Patishtán ha sido el estandarte de lucha de los presos políticos, el maestro animador que ha alfabetizado y enseñado el español a indígenas monolingües que durante su juicio no pudieron defenderse por desconocer el idioma. Tal como le sucedió a Alejandro Díaz Sántiz y su esposa Florentina Hernández en Boca del Río, Veracruz, a quienes acusaron del homicidio y violación de su hija de un año y siete meses.

El verdadero responsable (primo de Alejandro) aprovechó su conocimiento del castellano para culpar a sus familiares. Florentina salió absuelta de cargos a los dos años pero Alejandro sigue cumpliendo una condena de 30 años. Ha pasado 14 en la cárcel y ya agotó todos los recursos para gestionar su liberación, sólo espera un milagro o que la injusticia por fin le devuelva su libertad.

Se unió a los "Solidarios Voz del Amate" porque ahí vio una esperanza y desde entonces para Alejandro, además de su "compa", Patishtán se ha convertido en el maestro que le infunde aliento y no lo deja declinar en su lucha. Por esa razón y porque quedó demostrada su inocencia, hoy nueve "solidarios" están libres, pero ellos (Alejandro y Patishtán) aún esperan.

"A lo mejor Dios aún me quiere aquí pues aún hay muchos presos y presas inocentes que necesitan de un abrazo y de alguien que los guíe en la lucha. A lo mejor ese alguien soy yo, no sé, Dios sabe el momento", explica el "profe" mientras observa uno a uno los rostros de sus compañeros con los que este domingo compartimos el café y la mesa.

Es la 1:06 de la tarde, el bochorno del ambiente ha cesado y el frío cala los huesos, Patishtán se cruza de brazos pues ni el chaleco beige ni la camisa de manga larga que porta le son suficientes, entonces deja a la vista su característico pulso de ámbar que lleva siempre en la muñeca derecha.

Los "solidarios" nos sirven otra taza de café y ofrecen una camisola. Debajo de la galera, 10 de ellos rodean a Patishtán ansiosos de contar sus historias.

-Y después de haber pisado seis cárceles, ¿Qué puede deducir de la justicia en el país?


Patishtán se reacomoda en la silla y responde.


-Si se hiciera justicia de verdad, las cárceles estuvieran sin indígenas. Estoy seguro que la mitad de la población penitenciaria está ahí por una mala decisión de los jueces.


-Luego de todo lo que ha vivido y si de algún modo pudiéramos regresar el tiempo ¿sería Patishtán ese luchador social que ahora está en prisión?


-Yo creo que sí.... Bueno, no creo -reafirma- estoy seguro que sí, pienso que Dios ya elige a quienes lucharán por su pueblo.


Por ese "servicio, cuidado y amor a su pueblo", le fue otorgado en enero de 2010 el Reconocimiento "jTatic Samuel jCanan Lum", el cual recibió dentro del penal de manos del propio obispo emérito Samuel Ruiz.


***

A Patishtán, el encierro le ha quitado mucho más que su libertad, le "arrancó" de Héctor (su hijo menor) cuando apenas tenía 3 años y de Gaby (la mayor) quien cumplía 8; ahora ella está casada, estudia la carrera de Derecho y apenas el 29 de mayo lo ha hecho abuelo de Génesis Itzae.

Junto a Héctor -hoy todo un jovencito- continúan la ardua lucha por la libertad de su padre desde afuera y con apoyo de organizaciones civiles y colectivos han logrado que la figura de Patishtán, lejos de quedarse detrás de los barrotes, haya recorrido países como Francia, España, Dinamarca, Suiza, Alemania, Austria, Reino Unido, Brasil, Chile, Colombia, Estados Unidos, Grecia, Argentina, Noruega, Italia, Canadá, Nueva Zelanda, Bélgica, Suecia, Sudáfrica, Japón, Holanda y Occitania.

Con sólo teclear su nombre en la red, el buscador despliega estampas con el rostro del "profe" o la leyenda "Libertad a Patisthán" en mantas, playeras, carteles y muros.

En pro de su libertad, se han elevado misas, organizado marchas, compuesto canciones, filmado documentales, recaudado más de 4 mil firmas en 14 países y demás, pero eso no ha bastado.

Tampoco lo ha hecho la declaración de los testigos (que al momento del descargo de pruebas fueron desechadas sin razón), las confesiones contradictorias del acusador ni las incongruencias en los peritajes.

La más disparatada -refiere Patishtán- fue la prueba de rodizonato de sodio. El "profe" levanta su mano derecha y continúa.


-Soy diestro, cómo es posible que las pruebas hayan arrojado que tenía restos de pólvora en mi mano izquierda.


Cruza de nuevo los brazos y prosigue.


-Lo peor, el perito de discordia dice que disparé con una AR-15 pero mi abogado dice que de haberlo hecho, la pólvora estaría en las dos manos, y no sólo ahí, sino en los brazos dado a que es una arma larga.


De la emboscada en Las Limas, han pasado ya más de 13 años y aún no hay noticias de los culpables.

A pesar de lo perdido, el encierro de Patishtán y la lucha por su libertad ha provocado que las nuevas generaciones de su comunidad (El Bosque) velen por los demás y cuiden de ellos mismos en colectivo.



-Hay algo más importante aún -resalta- ha generado esperanza y dignidad.


Faltan algunos minutos para las 3:00 de la tarde y el periodo de visitas de este domingo casi termina. Junto a sus "compas", Patishtán me acompaña hasta la puerta y de nuevo el altoparlante advierte que la hora está por terminar.


-No todo es malo, la cárcel me enseñó a que por más lejos que se vea la justicia, bien vale la pena intentar alcanzarla.


Antes que el guardia abra la puerta, Patishtán me estrecha la mano al igual que los demás "solidarios" y confía:


-Yo llego hasta aquí pero espero que pronto sea distinto.

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